La abogacía de la era digital
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Lunes 14 de Diciembre de 2015
La abogacía de la era digital
Nuestra profesión, tan antigua como las grandes culturas de la humanidad, se ha venido adaptando a los diferentes tiempos, siempre con el mismo espíritu de la búsqueda de la justicia, pero con diferentes herramientas técnicas, para por lo menos poder aproximarse a ella; sin embargo, de un tiempo para acá, sobre todo de manera muy evidente a partir de la entrada del siglo XXI, nos vemos beneficiados por el desarrollo meteórico de la tecnología, que hacen de la vida diaria de las personas más eficiente y sencilla, claro para quienes pueden acceder a ella.
Para no ir tan lejos en la historia de la abogacía,
muchos de nosotros recordamos a los abogados de hace unos cuantos años,
quienes se encargaban de redactar en las antiguas máquinas de escribir
los escritos de demanda o las denuncias, donde borrar un simple error en
una palabra era todo un suplicio, y por supuesto esas mismas penurias
las pasaba el personal de los juzgados al escribir los respectivos
acuerdos de los expedientes; qué ventaja nos ofrecen hoy las
computadoras, donde un error en una palabra, cambiar una frase o todo un
pensamiento, lo podemos hacer tan sencillamente como simplemente
regresar el cursor.
Del mismo modo, para facilitar nuestra labor
jurídica, diversas instituciones del Estado han incursionado en el mundo
de Internet, teniendo ya la posibilidad de realizar o consultar por vía
electrónica diversos trámites, para muestra basta un botón, como lo es
la posibilidad de revisar la lista de acuerdos de los distintos juicios
federales publicada a través en la página de electrónica de la Dirección
General de Estadística Judicial del Poder Judicial de la Federación.
Otros aspecto es que hoy en día tener un despacho
lleno de libros es prácticamente por imagen y romance del pasado, ya que
actualmente desde una lap-top, tableta o un dispositivo móvil podemos
consultar cualquier ley, código, convención, reglamento, en fin, todos
los documentos jurídicos que antes era necesario comprar de manera
física y actualizarlos cada año, adquiriendo y almacenando a través del
tiempo grandes cantidades de ellos, mientras que ahora los podemos
consultar de manera actualizada desde un aparato del tamaño de la palma
de nuestra mano.
Es el mismo tenor, respecto a las lecturas de textos
jurídicos, antes teníamos que comprar, a veces sólo para poder consultar
un tema en específico, un libro, hoy en día ya existe un amplio acervo
jurídico por vía electrónica de autores reconocidos, cuando
anteriormente una lectura localizada en ese medio era de dudosa
procedencia, porque las lecturas de juristas digitalizadas eran escasas,
aún más, ya podemos encontrar bibliotecas jurídicas virtuales de
instituciones como la UNAM o revistas especializadas de derecho,
simplemente con dar un toque a la pantalla de un celular.
También es de recalcar que antes para escuchar las
palabras de grandes exponentes del derecho era necesario acudir a alguna
conferencia en vivo, lo cual, en muchas ocasiones, no era del todo
fácil, sin embargo, en estos tiempos, ya podemos disfrutar de
conferencias, cápsulas u opiniones de distintos conocedores del derecho a
través de canales de videos como YouTube, donde también se pueden mirar
diversos videos de interés jurídico, como simulaciones de juicios, con
lo cual si queremos podemos estar realizando otras actividades y
escuchando el audio de los videos.
Por supuesto, no podemos pasar inadvertidas las redes
sociales, las que permiten la comunicación entre abogadas y abogados,
al tener la posibilidad de crear grupos de profesionales del derecho y
de estudiantes del mismo, donde el intercambio de opiniones, de
experiencias y consejos enriquecen los conocimientos de todos los que
participan, al comunicarnos en tiempo real, incluso con abogados de
otros países.
También las redes sociales permiten seguir y estar en
contacto con juristas, con los cuales antes la única vía de
acercamiento era la lectura de sus libros, muchos son los juristas que
han aprovechado también estos medios para estar la vanguardia de la
nueva era informática, y ahora a través de sus muros podemos saber su
opinión acerca de diversos temas o estar al tanto de contenidos
jurídicos que nos comparten.
Evidentemente los despachos jurídicos, de igual
forma, han encontrado en la era digital una herramienta para poder tener
una mayor promoción, de manera fácil y accesible, ya sea a través de
una página de Internet o de una red social, en la cual pueden tener un
acercamiento con posibles clientes.
Asimismo, gracias a la era digital nos enteramos de
manera inmediata de noticias respecto a nuestra materia jurídica, como
la remoción o nombramiento de algún miembro del Poder Judicial, o si un
día se declara inhábil, conocer jurisprudencia relevante, en qué fecha
entra en vigor alguna reforma, en fin, información que en otros tiempos
para enterarnos hubiera sido un poco más difícil.
Una ventaja más que nos ofrece esta era digital es la
posibilidad de estar al tanto de instituciones de educación jurídica,
ya sea en sus páginas de internet o de redes sociales, que nos permite
enterarnos de diplomados, cursos, seminarios, etcétera, que antes por la
vía impresa era muy complicado, cuestión contraria a la vía informática
que aumenta los alcances de las mencionadas instituciones, lo cual, por
supuesto, las beneficia a ellas y al acceso de los usuarios, quienes
tienen una mayor gama de opciones para poder estar en constante
actualización.
A grandes rasgos podemos concluir que, actualmente
para un profesional del derecho es imprescindible (o si no
imprescindible, si lo coloca en una desventaja) el hacer uso de las
nuevas tecnologías informáticas, ya sea para su trabajo en sí, como para
estar a la vanguardia de la información que se va generando en el medio
jurídico.
También, como ya se refirió, nos permite estar
vigentes en el ámbito jurídico, es decir, en contacto con la distinta
comunidad jurídica que hace uso del medio virtual a través del
intercambio constante de conocimientos, opiniones y experiencias.
No cabe duda que por supuesto la tecnología seguirá
avanzando a pasos agigantados, pero ha quedado de patente que al mismo
ritmo nos hemos adaptado las abogadas y abogados, no hay excusas,
debemos aprovechar las herramientas que nos ofrece, ya sea para
facilitar nuestra profesión, como para hacerla más completa, dinámica y
enriquecedora.
JIMENEZ. José Raymundo."La abogacía de la era digital" Publicado el 10 de diciembre de 2015. En Línea. Hechos y Derechos de la Universidad Autónoma de México. <http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/HechosyDerechos/cont/30/art35.htm>
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